Frio o calor para el dolor de muelas

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Usar el frio o el calor para controlar o aliviar un dolor de muelas siempre ha sido una controversia. Todo surge en el preciso momento cuando nuestro dolor de muelas se hace tan insoportable que nos hace pensar qué hacer y qué remedio tomar. Y en ese instante es cuando algunas preguntas surgen como por ejemplo: ¿qué usar? ¿Algo frio? ¿O algo caliente? Es entonces cuando decidimos entrar a la web o preguntarle a alguien cercano por teléfono.

Investiga las causas

Una de las cosas que debemos saber primero es qué pasa con nuestro diente y el porqué tanto dolor en esa área. El dolor de muelas puede deberse a una infección, una caries, un hongo, u otra cosa que esté afectando la zona del diente. Desconocer las causas del dolor y aplicar un remedio casero frio o caliente a la ligera es exponerse a un dolor mucho mayor del que se tenía antes. Por eso es recomendable conocer las causas, revisarse bien la dentadura en un espejo o ir al dentista.

La hora de la duda

Una vez conocida las causas, es hora de tomar una decisión. Para esto, debes saber cómo usar el remedio casero frio y el caliente. A pesar de que no todo lo que está en Internet es cierto, es posible que consigas lo que necesites, ten cuidado porque una mala decisión puede llevarte a sentir más dolor. Lo mejor, insisto, es consultar con tu dentista en todo caso ya que es la única ayuda profesional garantizada con la que cuentas.

Mitos y realidades del frio y de lo caliente

Como remedio casero frio, tenemos las famosas bolsas de hielo o packs de cubitos. Esta es la primera opción de muchos que tienen dolor de muelas puesto que el frio inhibe el dolor porque posee poderes analgésicos. Pero si no te gusta el frio y quieres ir por algo caliente, entonces el agua tibia ligeramente caliente es una alternativa común. Se cree que es efectiva o mediamente eficaz ante pequeñas infecciones cerca de los dientes. Lo caliente puede eliminar algunas bacterias que hacen vida en la zona infecciosa.

Debes saber que existen muchos mitos alrededor de los diferentes tipos de remedios fríos y calientes. Ambos sólo sirven para disminuir el dolor por algunas horas o para conciliar el sueño por la noche. Ninguna de las dos alternativas debe ponerse en el área local, es decir, aplicar algodones o gazas calientes frías o calientes o algo por el estilo. No es tampoco recomendable exponer al diente al frio excesivo o al calor extremo; puesto que eso sólo agravará el problema y la inflamación.

Cuando se tiene un diente roto, tomar cosas gélidas debe estar totalmente descartado. A pesar de que entumece el dolor mediante bolsitas de hielo, cuando el líquido frio entra en la fisura del diente roto causa un dolor insoportable que te hará recordar el día en que naciste. Pero colocarte una bolsita con hielo en la mejilla suena más viable.

Finalmente…

Con respecto a lo caliente; también es una buena opción siempre y cuando no haya tanta inflamación y no apliques demasiada temperatura. El agua caliente con un poco de sal es un buen remedio casero mientras que la temperatura del agua no exceda los límites de caliente, ya que podría ocasionar quemaduras en la pulpa del diente en presencia de caries o roturas.

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